viernes, 3 de junio de 2011


El gato desaparece. 
Te encuentra y te desvanece. 
Te mira en los ojos y gira su cuello... te admira. Te hablan, sus ojos te hablan y te dicen mil cosas. Te hacen desfallecer... 
Descubres que es solo una criatura que solo te estaba mirando, y te hacía sentir mil cosas a la vez.
¿Cómo puede saber aquella criatura donde mirar? ¿Cómo pudo encontrar mis ojos? 

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